Murciélago Blanco de Honduras: Conoce a este endémica, extraña y muy tierna criatura de nuestro país.

Mucho se ha hablado de que en nuestro país hay muchas especies de animales que no se encuentran en otras partes del mundo y que asombran a la comunidad científica, algunas de ellas eran especies que se creían extintos y luego fueron descubiertos en las profundidades de nuestras selvas casi vírgenes, por lo cual ahora han pasado a ser zonas protegidas de nuestra nación que han alcanzado reconocimiento mundial, y no es para menos, puesto que saber que dentro de nuestros parajes aún existen animales que se pensaba no volveríamos a ver jamás, nos motiva a proteger con mayor esmero nuestros ecosistemas.

Entre esos animales tan increíbles que se encuentran entre la maravillosa fauna de nuestro país se encuentra el singular Murciélago Blanco Hondureño, un animal sumamente extraño y único, una auténtica expresión de la naturaleza, ya que su tamaño y apariencia le dan un toque de ternura que despierta la curiosidad de todos. Muy pocos hondureños conocen de esta preciosa especie de murciélago, pero por eso hoy en Soy De Honduras te vamos a platicar sobre ella.

Este curioso animal pertenece a la familia de los Phyllostomidae y lleva por nombre científico el Ectophylla Alba. Se trata del único Murciélago que pertenece al género Ectophylla y también se le conoce como Murciélago Albino (debido a la falta de pigmentación de color en su cuerpo) o también Murciélago de nariz de cerdito o nariz chata.

Se sabe muy bien que los murciélagos son los únicos animales mamíferos que pueden volar y actualmente existen más de 1,300 especies de ellos y representan una quinta parte de la totalidad de las especies de mamíferos que habitan nuestro planeta. Entre todas estas especies, el Murciélago Blanco Hondureño es uno de los más curiosos ejemplares y por eso merecemos saber más sobre él.

Este tierno Murciélago es en realidad muy pequeño, mide apenas entre 3 o 4 centímetros y pesa un máximo de 7 gramos. Está cubierto totalmente por un pelaje color blanco nieve, muy brillante y esponjoso. La nariz, orejas, patas y alas tienen una tonalidad entre color rosa y naranja que resalta en el blanco de su pelaje, pero es quizá la peculiar forma de su nariz la que más llama la atención en su cara y es que tiene la forma de una hoja triangular. Sus orejas son muy, muy grandes en comparación con el tamaño de su cuerpo.

La distribución geográfica de dicho animal es bastante restringida. Fue descubierto y se encuentra mayormente distribuido en nuestro país, sobre todo al este de Honduras, pero también oeste de Panamá, al norte de Nicaragua y al este de Costa Rica, siendo su hábitat natural preferido las selvas tropicales. Una peculiaridad de este animal es que el mismo construye su refugio, es muy selectivo en la búsqueda de su hogar. Principalmente hace su propio hogar cortando con sus dientes las hojas de una planta a la cual se le conoce como Heliconia, nativa de la selva tropical centroamericana.

El Ectophylla secciona y dobla los trozos de Heliconia, haciendo que estos cuelguen y forman una especie de carpa de donde se cuelgan en grupo, permitiéndoles refugiarse de los depredadores y la lluvia. También pueden camuflarse ya que al darles la luz del sol, adquieren una apariencia verdosa que los oculta con el color de las hojas de la planta. Soy criaturas muy tímidas y precavidas. Su mayor época de reproducción se dan entre los meses de mayo y agosto, son polígamos, por lo que cada macho tiene entre 5 y 6 hembras a  las cuales fecunda al mismo tiempo.

Además, sus narices y orejas les permiten dirigirse entre la selva usándolas como una eco localización, sus depredadores son zarigüeyas, serpientes y otros animales selváticos. Su alimentación se basa en frutas, semillas y vegetación. ¿Ya conocías a este precioso ejemplar hondureño, único en el mundo? Déjanos tu opinión.

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