El encarguito de Guillermo Anderson el himno de la gastronomía hondureña.

El popular y muy apreciado cantautor hondureño Guillermo Anderson, quien partió de este plano terrenal en el año 2016, dejó un legado musical muy importante para la cultura y la historia de nuestra Honduras. Muchas piezas musicales que cuentan la historia de nuestro país, sus problemas sociales, la belleza de su territorio y el enorme amor que siente por Honduras, forman parte del hermoso legado con letras que marcan el corazón de quien las escucha.

Una pieza de ese gran repertorio que nos dejó este magnífico artista hondureño es “El encarguito”, una canción que hace una referencia perfecta a lo que podemos disfrutar en la deliciosa gastronomía de nuestro país. Así como pudimos ver con Sopa de Caracol, canción cantada por la famosa Banda Blanca y que luego el artista Polache junto a Pilo Tejeda crearon su propia versión, El Encarguito es una de las canciones de mayor éxito que dejó Guillermo Anderson como un regalo para Honduras y el mundo, que demuestran los deliciosos platillos hondureños que pueden ser exportados al extranjero como “encarguitos” para nuestros hermanos compatriotas.

Comida catracha que podemos encontrar en la canción El encarguito.

Guillermo Anderson, quien perdió la batalla contra un terrible cáncer de tiroides en el año 2016, era un embajador de la música hondureña así como de la cultura que nos representa. Según dio a conocer en una entrevista sobre el momento en que compuso la canción El Encarguito, dijo que lo había hecho con la intención de que fuera posible conocer los diferentes platillos que podemos encontrar en la gastronomía hondureña y que a la vez pudieran recibir un poco de la música que nos representa.

En la letra de la canción podemos ver que menciona a los Nacatamales: son un platillo de la deliciosa comida hondureña que suele disfrutarse sobre todo en el mes de diciembre junto a las fiestas navideñas. Hecho a base de masa de maíz y una serie de ingredientes que pueden incluir pollo, cerdo y algunas verduras, envuelto en hoja de plátano. Una delicia al paladar.

Chicharrón con Yuca: otro platillo autóctono de Honduras que se suele disfrutar mucho en el extranjero también. Hecho con chicharrón de cerdo y el tubérculo de yuca cocida, a la cual se le agrega una salsa, repollo, aderezos, encurtidos y demás ingredientes que el comensal desee agregar. Forma parte de la letra de esta interesante canción.

Curiles: son unas especies de caracoles negros que se sirven con todo y su concha y tinta. Estos suelen ser sacados del océano pacífico, específicamente por el golfo de Fonseca, se consumen frescos mientras los sacas tu mismo de su concha y pueden ser preparados de diversas formas.

Baleadas: otro platillo que forma parte de la letra de esta magnífica canción. Se podría decir que es el platillo hondureño por excelencia, pues es un alimento muy consumido por todo el país. Hecho de tortilla de harina, Frijoles fritos, huevo, queso y mantequilla como base principal y agregando cualquier otro ingrediente que el comensal desee, este platillo no podía faltar en esta canción.

Entre algunos otros platillos que menciona la canción podemos encontrar cuajada, chipilin, pacayas, flor de izote, juniapas, atol chuco, melcochas, pan de yema, dulce de tapa y cachaza. Todos estos son detallitos de la gastronomía que ponen en alto a nuestro país y que nuestros compatriotas en el extranjero sueñan con volver a probar.

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