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Biografía de Shin Fujiyama: Conoce la historia de este carismático japonés que tanto ama a Honduras.

Sábado 22 de Julio 2023

Honduras es un país con un enorme atractivo turístico, miles y miles de turistas extranjeros visitan nuestro país cada año con la intención de conocer nuestra cultura, visitar nuestras hermosas playas y pintorescos pueblitos, saborear de nuestra deliciosa gastronomía y llevarse uno que otro recuerdo que le haga recordar tal experiencia para luego volver a sus países y continuar con sus vidas llevándose consigo un maravilloso recuerdo del país 5 estrellas.

La afluencia de turistas que visitan nuestra nación es siempre un número muy alto pero como dijimos, después de su viaje todos vuelven a sus lugares de origen y no vuelven sino cuando nuevamente gocen de vacaciones para poder volver a visitar. Ahora, te preguntamos ¿cuántos son los extranjeros que nos han visitado llegan al país con la intención de sembrar un granito de ayuda a muchas causas de gran necesidad sin un interés monetario de por medio? Son muy pocos pero hoy podemos hablar de uno cuyo proyecto por la educación de la niñez hondureña ha trascendido las fronteras, hablamos del japonés Shin Fujiyama.

Un japonés que ama a Honduras como su propio país.

Es un personaje famoso en nuestro país en la actualidad, muchos conocen su obra altruista y su gran amor por Honduras siendo una persona extranjera a quien nada podría preocuparle sobre un pequeño país al centro de América, sin embargo su gran amor y compromiso con la niñez de Honduras le han llevado a crear un magnífico proyecto que es digno de admira, la construcción de 1,000 escuelas para los niños en todo el país y hoy te contaremos como fue que comenzó su trayecto de ayuda a Honduras y como fue que se enamoró de nuestro país.

Shin nació y creció en Japón y en su etapa educativa viaja a Estados Unidos para prepararse académicamente, para el año 2007 y por motivos académicos decide viajar a Honduras junto con su hermana para conocer del país y hacer trabajo social. Al llegar queda impactado con lo que observa con los niños, su educación y forma de vida, por lo que decide que quiere hacer algo al respecto y planea volver para llevar a cabo un proyecto de construir almenos unas mil escuelas para los niños y niñas en situaciones de necesidad, decide buscar quien le ayude a patrocinar su proyecto y recibir apoyo extranjero, pero la mala fama que tiene nuestro país hace que muchos desistan de apoyarle.

Durante pandemia tuvo que reinventarse para poder conseguir fondos ya que obviamente la construcción de mil escuelas no es algo que cualquiera pueda costearse con facilidad por si solo, así que decide empezar a realizar videos demostrando que toda esa mala fama que recibe nuestro país no es lo único que hay que destacar del mismo y hay mucha más belleza y calidez de los catrachos por demostrar que lo que dicen los titulares internacionales. Su idea funcionó y rápidamente sus videos comenzaron a hacerse virales entre los mismos hondureños que se mostraban agradecidos por tener a un japonés interesado en la educación infantil de nuestro país.

Su crecimiento en redes sociales y su canal de YouTube le han permitido monetizar sus videos y conseguir una mayor cantidad de apoyo y donaciones para su fundación. Students Helping Honduras nació a partir de la visita que hizo como estudiante voluntario y a partir de allí, junto a su hermana Cosmo, Shin sigue su lucha continua por llegar a la gran meta de construir las mil escuelas que ayudarán a la niñez a recibir una mejor educación. En la actualidad se cuenta que Shin lleva más de 60 escuelas construidas, ha ganado importantes reconocimientos por su obra tan altruista, ha conseguido el apoyo de empresas nacionales que financian algunas de las construcciones y recientemente se determinó a realizar una maratón para poder seguir recaudando fondos para las construcciones.

Shin no para, ha hecho a su familia parte de la obra y los traído al país para que conozcan su trabajo y se empapen de la visión que se ha trazado, madre y padre le han ayudado con sus propias manos ha mover carretas de arena y cemento para construir aulas en la zona de Chamelecón, en San Pedro Sula y su proyecto sigue sin parar, nada detiene a este japonés que ama tanto a Honduras y a hecho de nuestro país su patria, su residencia y un lugar especial en su corazón. Cuéntanos que opinas en la sección de comentarios.

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